Desde mi habitación
()
Sobre este e-book
El autor va mucho más allá de su propia experiencia, para ayudarnos a todos a reaccionar de una manera diferente ante cualquier enfermedad.
A medida que vamos leyendo, comprendemos que la presencia de Dios a nuestro lado es mucho más que una teoría, y lo cambia todo.
Sea cual sea la situación que estás atravesando, "Desde mi habitación" te ayudará a verlo todo de una manera diferente, no solo en tu vida personal, sino también para estar al lado de aquellos que están sufriendo.
Leia mais títulos de Jaime Fernández Garrido
Pão Diário Vol. 19: Uma Meditação Para Cada Dia Do Ano Nota: 0 de 5 estrelas0 notasCoração indestrutível: Algumas Pessoas Vivem, Outras Se Conformam Em Sobreviver Nota: 5 de 5 estrelas5/5Abrace a vida: Coragem para seguir em frente Nota: 0 de 5 estrelas0 notas
Relacionado a Desde mi habitación
Ebooks relacionados
Meu Maior Segredo Nota: 0 de 5 estrelas0 notasCura Divina Nota: 0 de 5 estrelas0 notasAcréscimo De Misericórdia Nota: 0 de 5 estrelas0 notasPastorais da Pandemia: Vacina contra a ansiedade em tempos de Covid Nota: 0 de 5 estrelas0 notasPor Que O Meu Filho? Nota: 0 de 5 estrelas0 notasVolta ao mundo sem malas Nota: 0 de 5 estrelas0 notasA Casa De Pau A Pique Nota: 0 de 5 estrelas0 notasÉ Só A Vida Acontecendo Nota: 0 de 5 estrelas0 notasTranstorno Bipolar II - De um Diagnóstico Triste a uma Vida Feliz Nota: 0 de 5 estrelas0 notasLições de um leito de hospital Nota: 5 de 5 estrelas5/5Até A Última Rosa Nota: 0 de 5 estrelas0 notasAutismo Do Trágico Ao Cômico Nota: 0 de 5 estrelas0 notasExtubado: o diário de um sobrevivente da COVID - 19 em sua jornada pela recuperação da sua saúde física e mental Nota: 0 de 5 estrelas0 notasSó há perdão se houver amor! Nota: 0 de 5 estrelas0 notasAtravessando O Abismo Nota: 0 de 5 estrelas0 notasQuando O Vittorio Escolheu Nota: 0 de 5 estrelas0 notasCâncer Uma Jornada De Fé Nota: 0 de 5 estrelas0 notasA Decisão pela Vida - Não se Sentir Doente faz Toda a Diferença Nota: 0 de 5 estrelas0 notasEnfrentando o câncer com Maria: Reflexões, orações e práticas espirituais Nota: 0 de 5 estrelas0 notasVenci A Síndrome Da Fadiga Crônica Nota: 0 de 5 estrelas0 notasO mundo ao contrário em 80 dias Nota: 0 de 5 estrelas0 notasCoração de Manuela Nota: 0 de 5 estrelas0 notasNão tenha medo: A Fé, a Oração e a Atitude positiva diante de um diagnóstico de câncer Nota: 0 de 5 estrelas0 notas75 dias com ela: um olhar pessoal sobre o luto Nota: 0 de 5 estrelas0 notasOnde Termina A Dor Nota: 0 de 5 estrelas0 notasSurvivor Nota: 0 de 5 estrelas0 notasReceba a Tua Cura Nota: 0 de 5 estrelas0 notasA VIDA POR UM FIO, dia após dia Nota: 5 de 5 estrelas5/5Minha Experiência De Quase Morrte Nota: 0 de 5 estrelas0 notasAqueles que amam Nota: 0 de 5 estrelas0 notas
Cristianismo para você
60 esboços poderosos para ativar seu ministério Nota: 4 de 5 estrelas4/5Mateus: Jesus, o Rei dos reis Nota: 5 de 5 estrelas5/5João: As glórias do Filho de Deus Nota: 5 de 5 estrelas5/5Graça Transformadora Nota: 5 de 5 estrelas5/5O Deus que destrói sonhos Nota: 5 de 5 estrelas5/5História dos Hebreus Nota: 4 de 5 estrelas4/5A cultura do jejum: Encontre um nível mais profundo de intimidade com Deus Nota: 5 de 5 estrelas5/5O poder através da oração Nota: 5 de 5 estrelas5/5A Bíblia do Pregador - Almeida Revista e Atualizada: Com esboços para sermões e estudos bíblicos Nota: 4 de 5 estrelas4/5Lucas: Jesus, o homem perfeito Nota: 5 de 5 estrelas5/5Gênesis - Comentários Expositivos Hagnos: O livro das origens Nota: 5 de 5 estrelas5/5Ego transformado Nota: 5 de 5 estrelas5/5Comentário Bíblico - Salmos: Adorando a Deus com os Filhos de Israel Nota: 5 de 5 estrelas5/51001 perguntas e respostas da Bíblia Nota: 4 de 5 estrelas4/5Provérbios: Manual de sabedoria para a vida Nota: 4 de 5 estrelas4/5Oração: Experimentando intimidade com Deus Nota: 4 de 5 estrelas4/5Pregação transformadora: 100 Mensagens inspiradoras para enriquecer seu Sermão Nota: 5 de 5 estrelas5/5Comunicação & intimidade: O segredo para fortalecer seu casamento Nota: 5 de 5 estrelas5/5As 5 linguagens do perdão Nota: 5 de 5 estrelas5/5As 5 linguagens do amor para homens: Como expressar um compromisso de amor a sua esposa Nota: 4 de 5 estrelas4/51 Coríntios: Como resolver conflitos na igreja Nota: 5 de 5 estrelas5/5O significado do casamento Nota: 4 de 5 estrelas4/5As cinco linguagens do amor - 3ª edição: Como expressar um compromisso de amor a seu cônjuge Nota: 5 de 5 estrelas5/521 dias para transformar a sua vida Nota: 5 de 5 estrelas5/5O Poder do Espírito Santo Nota: 5 de 5 estrelas5/5Jesus todo dia: Encontre‐se com Deus todos os dias e deixe o amor transbordar na sua vida Nota: 4 de 5 estrelas4/5Bíblia Sagrada - Edição Pastoral Nota: 5 de 5 estrelas5/5
Avaliações de Desde mi habitación
0 avaliação0 avaliação
Pré-visualização do livro
Desde mi habitación - Jaime Fernández Garrido
CAPÍTULO 1
Cuando menos lo esperas
—¿Te sientes mejor, Jaime?
—Sí. ¡Gracias a Dios!
Estaba en la sala de observación del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. Había pasado un par de horas muy complicadas, con mucho dolor y fiebre alta. Tenía temblores y casi no me podía mover del cansancio, parecía que me habían dado una paliza. Después de que los doctores me examinaran, uno de los enfermeros me puso un antibiótico por vía intravenosa, algo como un antifebril muy fuerte que hizo que mejorara bastante. Había sido ingresado en el hospital por una neumonía grave que se había complicado al ser infectado por la Covid-19. Aunque descansaba completamente en el Señor, me di cuenta de que mi situación era grave, así que cuando el enfermero me hizo esa pregunta, jamás esperaba que su siguiente comentario fuera «¡Dios no tiene nada que ver en esto!».
Obviamente él no era creyente, así que pensó que mi mejoría era debida a lo que todos habían hecho por mí. Por un momento estuve tentado a explicarle algunas cosas, pero con las pocas fuerzas que tenía, simplemente le dije:
—Creo que sí. Dios te dio la sabiduría y la amabilidad con las que me estás tratando.
Se quedó mirándome por un momento y salió para atender a otro paciente. A partir de ese momento aprendí a ver mi enfermedad de una manera diferente: como en numerosas ocasiones en la vida se trataba de una lucha que iba mucho más allá de lo que había imaginado. El sufrimiento siempre es parte de esa lucha, tiene la rara cualidad de sacar lo mejor y lo peor de nosotros. Si comprendemos eso cuando atravesamos el valle del dolor y la enfermedad, ya hemos avanzado mucho.
¿Cómo había llegado hasta ahí? El día 10 de marzo desperté con un ligero dolor de cabeza y un poco de fiebre. Al principio no le di demasiada importancia porque era un día frío y pensé que quizás mi cuerpo estaba luchando contra la gripe. De hecho, tenía que grabar varios programas de radio por la tarde y no me encontraba tan mal como para no ir así que, en principio, no cambié mis planes. Al mediodía, la fiebre no había remitido y Miriam, mi mujer, que estaba orando, sintió de parte del Señor que yo no debía ir a trabajar. Cuando me lo dijo, oramos juntos y pensé que tenía razón. Comprendí que el Señor quería que me quedara en casa. Hacía poco más de un par de semanas que todo el mundo había empezado a hablar de la famosa Covid-19 y, aunque aún no sabíamos exactamente lo que era, pensamos que sería conveniente que no fuera a ningún lugar por si podía contagiar a alguien. Con el tiempo vimos que esa decisión había sido trascendental para la vida de todos mis compañeros y compañeras de trabajo; si no hubiera sido así, cientos de personas podrían haber sido infectadas.
A veces, Dios permite ciertas situaciones para que nos demos cuenta de que Él nos está guiando. Muchas veces lo que parece malo para nosotros tiene consecuencias buenas.
Pasé enfermo una semana entera y los médicos, a pesar de que tenía todos los síntomas relacionados con la enfermedad por coronavirus me decían que simplemente era una gripe. En ningún momento vinieron a hacerme ningún tipo de prueba para confirmarlo o descartarlo, pero yo cada vez me sentía peor.
Nuestra hija pequeña, Mel, seguía yendo al instituto donde estudia normalmente, pero supimos que la semana anterior algunos de los alumnos y profesores habían viajado a Italia de excursión, a pesar de que era muy peligroso hacerlo porque la pandemia allí estaba muy extendida. Unas cuantas semanas antes, yo había estado viajando y predicando en diferentes ciudades de España, pero nadie había sido infectado, así que, la única conclusión válida a la que pudimos llegar es que el viaje a Roma del instituto era la causa por la que nos habíamos contagiado todos. Más tarde lo certificamos al saber que otros familiares de los chicos también había contraído la enfermedad.
Nuestra segunda hija, Kenia, que estaba estudiando en Barcelona, llegó a casa el sábado 14 de marzo, y a los pocos días estaba contagiada también, al igual que mi mujer, Miriam. Al principio no lo sabíamos porque a mí no me habían hecho la prueba y a ellas tampoco. Más tarde, cuando fui ingresado, fueron a casa y confirmaron el positivo de las dos que, además, ya se encontraban bastante mal físicamente: dolor, fiebre, problemas estomacales y falta de oxígeno en la sangre. Solo Iami, nuestra hija mayor superó la enfermedad de una manera casi asintomática y así pudo trabajar y sostener a toda la familia en el día a día.
Lo curioso fue que aquel 19 de marzo, cuando Miriam me llevó a urgencias, la discusión con los sanitarios el centro de salud fue monumental porque decían que no podíamos estar allí: el país estaba confinado y nadie podía dirigirse al hospital directamente, salvo que algún médico te hubiera enviado. No sabíamos qué hacer porque llevábamos una semana pidiendo que me hicieran la prueba de la Covid-19, pero sin resultados. Mi estado empeoraba momento a momento: había comenzado a vomitar, la fiebre no remitía y cada vez me sentía peor,